- Algunos trabajadores recibieron transmisiones eléctricas días antes de que Aquagest emitiera el primer informe el 18 de enero.
- La empresa decidió cerrar la piscina el 28 de febrero, pero en un informe del 5 de marzo se reconoce que Concesionaria y Concello hicieron lo posible para evitarlo.
- Los populares barquenses califican de “grave irresponsabilidad” la actitud del gobierno socialista por no ordenar el cierre de la instalación cuando tuvieron conocimiento de las importantes deficiencias detectadas por la empresa.
O Barco de Valdeorras, 19 de
Mayo 2013.- El informe del técnico municipal del 21 de enero
revela que días antes algunos trabajadores de la piscina climatizada
sufrieron descargas eléctricas.
Este informe, que fue elaborado como
respuesta al escrito que la empresa concesionaria Aquagest trasladó
al Concello el 18 de enero alertando de la existencia de graves
deficiencias con el fallo de 38 diferenciales en la piscina con
riesgo para los trabajadores y usuarios, recoge textualmente que:
“...se trata de un sistema de protección eléctrico
de suma importancia puesto que consiste en la seguridad para las
personas ante fugas de corriente inesperadas de los circuitos
afectados, por tanto deben estar en perfecto estado en todo momento.
Al parecer ya se han producido algunas trasmisiones
de corriente a personal de mantenimiento”.
Desde el grupo popular consideramos
“insuficientes estas recomendaciones”, y estamos convencidos de
que a la vista de los diferentes informes técnicos (Concesionaria y
Concello) “existían motivos, más que suficientes, para haber
decretado el cese de la actividad y el cierre de las instalaciones
con la llegada del primer informe el 18 de enero y no haber esperado
a que lo hiciera la empresa un mes y medio después”.
Pero lo cierto y verdad es que “ha
quedado demostrado que el Grupo de Gobierno no quiso tomar esa
decisión política”, y no lo hizo como así figura en otro informe
del 5 de marzo, emitido con posterioridad al cierre, en el que expone
que “...se trata de un servicio público y por tanto
sus mermas o paralizaciones deben evitarse al
máximo, por lo que desde el principio tanto el
Ayuntamiento como la Concesionaria tomaron las medidas necesarias
para paliar las deficiencias que la constructora o los agentes
implicados no asumían, para evitar el cierre de la
instalación, dejando constancia en un extenso
expediente de cada una de las deficiencias reparadas”.
Califican, los populares barquenses,
de “grave irresponsabilidad la actitud del Gobierno de O Barco que,
pese a contar con todos estos informes sobre la mesa, decidieron
continuar con la actividad en la instalación, y seguir organizando
los cursillos de natación para los escolares de la villa, celebrando
reuniones con los profesores de los colegios y otorgando fechas de
inicio para el 4 de marzo, tres días antes del cierre”.
El grupo popular considera que “la
indecisión del gobierno socialista hizo que los usuarios y
trabajadores estuvieran expuestos a un riesgo innecesario que pudo
haber tenido consecuencias verdaderamente trágicas, que
afortunadamente no tuvimos que lamentar”.
Añaden los populares que “desde
el Concello tendrían que haber hecho todo lo posible para garantizar
la seguridad de las personas que acudían a la piscina, y no
preocuparse tanto de evitar el cierre de la instalación”, que
finalmente se produjo el 28 de febrero por decisión de la empresa.
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